Hoy quiero pensar que hay algo bueno en mí.-®Pelayo,
González Benito®
¡Qué sencillez dentro de mí, qué bella sonrisa al despertar, cuánto
calma en mi corazón, cuánta paz!…
Ese horizonte lleno de esperanzas, sin dudas, las justas; ese regocijo
del nuevo amanecer con el aire sano para inhalar tus grandes deseos de buen
hacer en medio de esta vida loca que vivir nos toca que diría una canción…
Entre nubes y tormentas entre llantos y suspiros entre penas y alegrías
entre bailes y zarandungas contra vientos y mareas de la ceca a la meca de
valores sin sentidos, de cómo se marchita esa bellas flores que dicen ellas,
que son incombustibles, por el mero hecho de ser flores… qué sabrán ellas de
amores y rencores qué dirán ellas entre bambalinas, jugando al amor sin
condiciones, qué pensarán mientras, sus cuerpos los entregan a la vorágine de
la pasión y ardores venidos a menos…
¡Qué sabrán de verdades, si la vida les ha dado todo sin esfuerzo
alguno… qué excusa pondrán, cuando les pregunten por esos recuerdos, que en la
medida si cabe, deberían de ser como mínimo, una forma de decir lo siento!…
Fueron aves de paso fueron sueños irreales, fueron noches de primavera,
fueron lágrimas sin sentido, fueron amantes allá en los cañaverales, fueron de
un sin sentir, que no quisiera para mí…
Cuando surgen los placeres del sentir cuando fallan las personas y no
los sentimientos, cuando las mentiras son la moneda de cambio de esos que tan
acostumbrados están; esa relación sin dudarlo un momento, es como ahora se dice
tóxica… Sí amigos sí muy tóxica y peligrosa, la cual precisa de cortar
rápidamente y de raíz…
Porque no hay luz sin preguntas, porque la vida es como es; de aquellas
desconsideradas amigas de la banalidad, de retos sin compromisos entre la noche
y el día, de cómo su mirada propone en la medida de lo irrespetuoso, dolorida
queda en interior, sabiendo que los devaneos establecidos, surgen en detrimento
de tantos misterios por resolver…
Qué fue, digo yo, de esas nubes respetuosas con las almas; de esas
lágrimas por los devaneos de la chiquilla enamorada sin resquicios de volver a
sentir la inusitada emoción de creerse una reina.
Qué fue digo yo, de las raíces de los sentimientos de la risa infantil
sin pecado, de tantas miradas inocentes en principio, qué fue de la soberanía y
amalgama de mil colores distribuidos en otros tantos deseos de creer en lo que
venimos diciendo desde la creación….
Amar amando sin ser amado, llorar llorando sin haber llorado, queriendo
querer sin ser querido, soñar soñando sin haber soñado correr corriendo, y de
lo acontecido; en el camino pedregoso que de una manera u otra, no lleva a
ningún destino específico…
Hoy quiero pensar que hay algo bueno en mí.-®Pelayo,
González Benito®